Maximiza la autonomía de tu vehículo eléctrico durante el invierno
Precalienta la batería, revisa la presión de los neumáticos y ajusta correctamente la temperatura de la cabina: descubre nuestros mejores consejos para usar tu vehículo eléctrico de forma eficiente en invierno.
Primero cepilla y raspa
Antes de salir a la carretera, cepilla la nieve y el hielo de tu coche para evitar el impacto aerodinámico e impedir que la autonomía se vea afectada por el peso adicional. Conducir un vehículo cubierto por capas gruesas de nieve puede obstruir la visibilidad y los faros, lo cual afecta al rendimiento de conducción. El hielo y la nieve se pueden derretir más lentamente en un coche eléctrico debido a que no hay un motor de combustión produciendo calor.
Precalienta tu coche
Sabemos que ya lo hemos dicho antes, pero no está de más repetirlo: no olvides precalentar tu vehículo eléctrico. Una batería caliente no tiene que pasar por procesos de consumo de energía innecesarios para alcanzar sus mejores condiciones de funcionamiento. Si puedes, aparca siempre el vehículo en un garaje con calefacción. Esto te permitirá ahorrar energía con respecto a aparcarlo fuera cuando hace frío.
También puede ser buena idea precalentar el coche mientras está cargando. A diferencia de los vehículos con motores de combustión interna, no tienes que preocuparte de las emisiones cuando precalientas un coche eléctrico en espacios cerrados.
Cuando detienes tu vehículo eléctrico, la batería suele estar caliente y en condiciones óptimas para recibir energía. Conecta el vehículo directamente a una estación de carga antes de que se enfríe demasiado.
Cuando el vehículo esté caliente, la batería no tendrá que emplear energía adicional para calentar la cabina. Cuando la batería está caliente, puede recibir de forma eficiente la energía que se genere durante la conducción de un solo pedal cuando te pongas en marcha.